miércoles, 2 de enero de 2008

EL NIÑO AUTISTA SEGÙN LA VISIÒN ESPÌRITA


EL NIÑO AUTISTA SEGÙN LA VISIÒN ESPÌRITA

Desinteresado de cualquier tipo de comunicación con sus semejantes, encerrado dentro de si mismo, el autista vive en un mundo de aislamiento y alienación. Los científicos que buscan traspasar esa barrera trabajan basados en diversas y conflictivas hipótesis, utilizando una inmensa gama de abordajes y terapias.
Tan sólo ignoran un aspecto, "el de que el ser humano, como espíritu inmortal, preexiste a la actual existencia, la cual es consecuencia de actos y pensamientos de muchas encarnaciones anteriores, en los misterios de los siglos. Nada más plausible que recurrir a conceptos espirituales para la comprensión y la terapia del autismo o de cualquier otro problema de comportamiento", como enseña Herminio C. Miranda.
¿Qué decir después de esto, cuando él ve al autista bajo la óptica de la psicología espírita y el conflicto de un alma huyendo de si misma? Al final, tal como empiezan a decir algunos estudiosos más osados, hay vida antes de la vida, vida después de la vida y vida entre las vidas.
Y alertamos para "que traten con el debido respeto a las minorías. Sin racismo, sin machismo, sexismo o preconceptos de cualquier naturaleza. Incluso porque el preconcepto es una tontería, que se torna cada aún más tonto cuando es puesto en el contexto de la realidad espiritual. Somos espíritus inmortales, supervivientes y reencarnantes. Sexo, raza, color, nacionalidad, posición socila no pasan de ser posiciones transitorias, por más que duren nuestras vidas en la carne".

Conflictos entre mundos diferentes
Se descubre en investigaciones de diversos autores de notable saber sobre el tema que una autista vivía en una zona fronteriza, tierra de nadie entre un territorio que ella consideraría más tarde, con mejor nivel de lucidez, "mi mundo" y al otro lado, onde quedaba " el mundo", pues ellos no se muestran nada interesados en venir a nuestro encuentro, ya que en la mente del autista hay una nítida distinción - aún que inconsciente - entre "mi" mundo y el de "los otros". Cuanto menos contacto con la vida en el mundo, mejor. La persona que está en aquel cuerpo físico rehuye ejecutar cualquier programación que la lleve a ser presa por las rutinas de la vida material.
No se considera en la actualidad (habiendo una constante polémica) que el autismo es un desorden biológico. La ciencia continúa discutiendo su origen. Los especialistas tratan cada caso dentro de su punto de vista escéptico/científico para expresar sus teorías, pues desde Leo Kanner, quien describió el síndrome en 1943, no cambió casi nada para definir el concepto de dicho síndrome.
Cada autor expone su punto de vista de análisis de una forma que, discutida o comparada, nada altera en el status quo de la enfermedad. Algunos más atrevidos, digámoslo así, afirman que el autismo es de naturaleza biológica, enumerando otras enfermedades qeu dañan el sistema neurológico. A continuación, estoy obligado a decepcionarme cuando la ciencia no considera el autismo como psicosis, sino como un disturbio global del desarrollo.
A mi entender, uno contraria al otro. Todos son susceptibles en el cuidado de no querer herir a ningún colega que se adelantó o tienen recelo que, en adelante, la crítica o la ética médica sean muy duros con sus opiniones.

Diferentes grados de autismo
Nos quedamos con el pensamiento de que la impresión es de que no hay propiamente autismo, sino autistas en diferentes estados, grados y niveles de disturbios mentales y emocionales. Lo máximo que se podría hacer en terminos de consenso sería decir que, de entre los síntomas básicos atribuidos a la síndrome, cada autista presenta diferentes énfasis sobre esta o aquella característica.
En otras palabras, la persona es autista no porque tiene el cerebro dañado, sino que tiene el cerebro dañado porque no quiso o no consiguió transmitirle, en el periodo crítico de la formación, los comandos mentales necesarios a su correcto desarrollo.
Pues bien, después de esta exposición en la cual cogimos por diversos caminos, ¿dónde quiero llegar? Veamos, todo esto forma parte del lado bio-psico-sócio-espiritual, línea maestra enfoncada, pero no admitida por la ciencia como un todo. Sino, veamos.
Dispensamos todos los esfuerzos para superar dificultades que se encuentran en nuestro camino. Lo que no hacemos es porqeu dejamos de reflexionar qué reveses o contratiempos pasajeros fueron creados por nosotros mismos, con nuestro libre albedrío, por el mal uso de la energía divina durante innumerables encarnaciones aquí en la Tierra.
Debemos creer que aquella masa compacta de energía mal cualificada y generada en nuestra conciencia por todo un esfuerzo concentrado en pro de nuestros autistas es ahora de una espesura mucho más fina de lo que lo fue hace algún tiempo.
Nuestro esfuerzo en apartar cosas rudimentarias de nuestra conciencia huamna tan sólo produce buenos frutos en nuestro árbol de la vida. Perseveramos en nuestros propósitos. Dirigimos la atención a nuestros amigos siderales y, mucho más rápido de lo que imaginamos, obtenemos victoriosas conclusiones.
El individuo, cuando encarna, trae en sus manos una aguja y, a través del orificio de esta aguja, pasa el hilo de la vida. Cada ser humano debe concluir su modelo y nadie pude sacar la aguja de las manos del prójimo, ni dar siquiera un punto en el modelo de la vida de su semejante. Así como el orificio es condicionado a la eficacia de la aguja, así también el espíritu es el donante de la vida del hombre. La personalidad humana, o el ser externo, representa el ejemplo de la aguja usada para unir las partes del modelo, que se debe manifestar a través de las experiencias individuales de cada persona.
Por misericordia, la ley divina permite intervenciones, seleccionando los hilos de los puntos equivocados de la costura, apartándolos del modelo meintras se procesa la purificación del espíritu. La ley divina también permite a la vida, por medio de la contemplación, meditación u otra forma de esfuerzo, ofrecer al individuo que se encuentra en el camino espiritual el auxilio de seres perfectos, cuando estos revelan de que forma deben ser cosidos los puntos. También puede ser presentado al costurero, o sea, al espíritu protector, un molde o dibujo del modelo previsto. Sin embargo, la verdadera costura debe ser ejecutada a través del propio esfuerzo del individuo, de principio a fin.
¿Y cuando hablamos de un autista? La única diferencia es que, en este caso, existe un interlocutor (médium) experimentado y que ya atravesó numerosas etapas con él, pues muchas veces una simple frase proporciona una forma-pensamiento que permite al autista ocmprender que un esfuerzo autoconsciente debe preceder a la llamada.
Muchas veces, los amigos siderales transforman modelos errados en perfectos y, cuando ellos los ven, desean desean traer de nuevo el plano perfecto de la vida, la belleza, comprensión y paz.


Usando el auto-control
Cuando un autista aprende que es necesrio un autocontrol y empieza a transformar todo error que el usodel hilo de su propia vida proporciona en su corazón, trae el dominio sobre toda la energía y vibración en su propio mundo y después, con mayores posibilidades de aptitud, dar el premio de la alegría a sus protectores.
Para los sabios, la vida es una bondadosa profesora que distribuye las grandes dádivas directamente de su silencioso corazón. Para las personas de comprensión limitada, la vida es una profesora severa, apenas con la intervención de enseñar cada expresión a su autista.
Si el autista pudiera demostrar reflexión, hablando cuando oye frecuentes enseñanzas más que su propio silencio, entonces sus cuerpos, mental, sentimental, éterico y físico estarían suficientemente preparados para escuchar un himno, el lenguaje de los pájaros y comprender el delicado silencio de la noche.
Cuando el autista consigue esto es porque está sintonizado con la vida física de tal forma que puede sumergir su propio corazón pulsante, donde vive su santo ser crístico.

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