Jesús pronunció 4 sermones en los tres años de predicación, en los que Él sembró la semilla de la Buena Nueva. Sermón significa discurso religioso, doctrinario o moral; predicación con intención de moralizar o instruir.El primer sermón, llamado: El Sermón de la MontañaEl primero fue pronunciado en las faldas de una montaña, de ahí su nombre. Era de carácter colectivo, considerando que fue dirigido a todos sus seguidores.En dicho Sermón, Jesús formuló varias promesas para todos los que estaban allí o habrían de venir: Las BuenaventurasBIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.El objetivo de Jesús fue enseñada que, quien no se hiciese simple; o sea, humilde, no merecerá ir a regiones más elevadas, teniendo el reino de los cielos en su corazón.Los orgullosos se ciegan con el poder y la gloria terrenales, mientras los ?pobres de Espíritu?, son los de corazón sencillo. Los que no tienen preconceptos ni prejuicios para aprender, cambiar y transformase en ?humildes? y entrar en el ?reino de los cielos?IV SERMÓN DE AMONESTACIONES A LOS ESCRIBAS Y FARISEOS:Los fariseos eran hombres orgullosos y obstinados, que tomaban parte en las discusiones religiosas. Eran fieles seguidores del culto a la forma y exteriorizaciones de las ceremonias, llenos de proselitismo y enemigos de las innovaciones.Cierta vez Jesús recomendó a sus Apóstoles que se preservaran contra el fermento de los fariseos y saduceos. Comprendiendo Jesús la confusión creada con sus palabras, porque los Apóstoles lo habían tomado al pie de la letra, esclareciendo que les había hablado para que se guardasen de sus doctrinas o enseñazas ? auténtico fenómeno que la levadura produce en la masa, dándole volumen por fuera y vacía y sin consistencia por dentro.Jamás los fariseos vieron con buenos ojos las predicas del Maestro, por creerlas revolucionarias y demasiados innovadoras, de ahí que hicieran causa común con los saduceos, para destruir la Buena Nueva.Él censuró a los escribas y fariseos con palabras como estas: ?túmulos blancos y vistosos por fuera pero, interiormente, llenos de huesos y de podredumbre?, ?ciegos que no quieren ver y sordos que no quieren oír?.Los fariseos eran vanidosos, orgullosos en demasía, por el falso celo religioso y guardando profundo sentimiento de odio y rencor. Daban excesiva importancia a las ceremonias exteriores, las tradiciones vanas, apegadas a las cosas materiales, sin dar la menor atención a las cosas del Espíritu. Según dijo, ellos ?ataban pesados fardos en los hombros de sus adeptos sin que, siquiera con los dedos osasen tocarlos?, o sea, ?haz lo que yo mando y no hagas lo que yo hago?.Es el Sermón de los ?8 ays?, entre ellas:?¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!, que recorréis el mar y la Tierra para hacer proselitismo; y, después de haberlos hechos, los hacéis hijos del infierno.??¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Pues edificáis los túmulos de los profetas y adornáis los monumentos de los justos.??¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Pues limpiáis el exterior del cuerpo y del plato, pero el interior está lleno de rapiña e iniquidad.?El Sermón del Cenáculo:O sea, en un lugar cerrado, después de la llamada última cena, fue esencialmente dirigido a sus Apóstoles, los únicos que estaban más capacitados para asimilar sus enseñanzas.El habló sobre las muchas moradas de la Casa de mi Padre. Dando a entender de esta forma los múltiples mundos habitados, que sirven de morada a los Espíritus, sean encarnados o desencarnados. Moradas que sirven de aprendizaje a la que estamos todos abocados, por las leyes divinas.Abordó la venida del Consolador prometido, del Espíritu de la Verdad, para restablecer en nuestro planeta todas sus Enseñanzas, recordando a los hombres lo que habrían olvidado en el transcurso de los tiempos.Habló de que Él era la viña verdadera y que todo árbol que en ese viñedo no diera frutos, sería extirpado, una vez que el Padre, que es el Agricultor, limpie las ramas, que dan frutos, tengan posibilidad de producir aún más.El Consolador prometido por Jesús, tomó cuerpo y se hizo realidad con las enseñanzas de los Espíritus Superiores, codificada por Allan Kardec, el siglo pasado. Y es el Consolador, la tercera Revelación divina, dada a los hombres para que, en el camino de evolución, no se sintieran perdidos.Es una dádiva divina más por parte del Padre que, en ningún momento nos olvida, amparando nuestros pasos, para que el progreso sea más efectivo, con el conocimiento de las realidades eternas y del Mundo Espiritual.Estamos en los tiempos predichos por Jesús, tiempos de cambios profundos y de renovaciones morales inminentes.El segundo Sermón fue pronunciado en el Huerto de los Olivos, constituyendo usa serie de profecías.Anunció el inicio de dolores que vendrían sobre el mundo, como consecuencia al rechazo de los hombres de la palabra de Jesús y su venida a la Tierra como Mesías. En esos tiempos Él incluyo a sus propios, pues muchos beberían del cáliz amargo.Anuncia el surgimiento de falsos profetas y de la necesidad de ser vigilantes contra las trampas de las tinieblas que procuran la oscuridad, la ignorancia y todas las imperfecciones.Él emplea en ese Sermón las parábolas, dejando claro la necesidad que los hombres tienen de aproximarse más a Dios, dejando atrás las imperfecciones y el materialismo, y toda clase de obstáculos para llegar a la perfección.Recomienda la necesidad de tener nuestros objetivos claros y nuestros caminos espirituales definidos, para cuando sonara la hora de la redención espiritual, los Espíritus que no estuviesen encuadrados en los preceptos de la caridad y el amor, sufrieran dolorosas consecuencias, que no son ni más ni menos, que todas aquellas expiaciones que podemos observar en la Tierra y que nosotros hemos vivido ya.Una predicción: ?No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada?Parábolas:?De los talentos? ?De las diez vírgenes? ?De los dos siervos?Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a DiosLas diversas enseñanzas religiosas han propagado por siglos que, una vez llegada la muerte, podrían encontrarse con Dios y adorarlo en una situación contemplativa para toda la eternidad.Jesús nos enseña que esos conceptos están equivocados y que, por la ley del merecimiento, y sólo cuando hubiésemos alcanzado la perfección, estaríamos en condiciones de ?ver a Dios?.El Maestro afirmó que de entre los hombres que nacieron en la Tierra, Juan el Bautista era el mayor, pero que el menor de los que existen en los planos superiores de la Espiritualidad, era mayor que él. Sin embargo, podemos llegar a la conclusión de que Juan el Bautista, no llegó a ver a Dios, ya que éste no era un Espíritu puro.Los limpios de corazón, son aquellos que no dan cabida en su corazón a sentimientos impuros, infelices. Los que son incapaces de acciones imperfectas y que son misioneros de Amor y Caridad. ¿Y quienes no tienen sentimientos impuros? Aquellos que ya alcanzaron la perfección.Ahora es cuando podemos entender qué significa, ? Ver a Dios?. Nosotros no estamos en condiciones todavía, porque aún nos queda por vivir cientos de vidas, en éste y en otros mundos, para llegar a ese estado de pureza, que nos permita ?ver a Dios?, pero llegaremos. Es una esperanza que la Doctrina Espírita nos ofrece, como muchas otras.Jesús nos da una muestra de su jerarquía, cuando dice en el Evangelio de Juan, ?antes de que el mundo fuera, yo era.?Nuestro mundo tiene billones de años y antes de él, Jesús ya era un Espíritu Perfecto, según nos cuenta Emmanuel en ?A Camino de la Luz?.Bienaventurados sois vosotros cuando os injuriaran o persiguieran, y mintiendo, dijeran todo el mal contra vosotros por mi CAUSA.Todos los que sufren en nombre de la Verdad, serán llamados Bienaventurados, porque serán perseguidos por defender y propagar la palabra del Evangelio.En todos los tiempos, los que siguieron a Jesús fueron masacrados e injuriados, por proclamar las verdades divinas; algunos proclamando la humildad, la honradez, dentro de diversas religiones, como fueron los reformadores, como fue el caso de Jan Huss (reencarnación anterior de Allan Kardec) y otros, desde los primeros tiempos en que la Buena nueva iba siendo esparcida en la Tierra.Los Apóstoles de Jesús y seguidores, fueron perseguidos, humillados, torturados y asesinados, por proclamar la palabra del Maestro, el Código Moral más perfecto que se ha predicado en la Tierra.Los que se hicieran instrumentos de esas persecuciones, éstos serán víctimas de duras expiaciones en sucesivas vidas, pues provocaron calumnias e injurias, con el sólo motivo de interferir en los designios divinos, con el fin de hacer que sus intereses más inmediatos tuvieran visos de verdad.Hoy los instrumentos de tortura y sufrimiento, quedaron desfasados, aunque existen otros más sofisticados y por supuesto legales: la incomprensión, la crítica, la censura y la deslealtad, dentro de los grupos que sí quieren seguir a Jesús.Todo aquel que se hace obstáculo de la difusión de la palabra de Jesús en toda su pureza, en el futuro, sufrirá siendo posiblemente, víctima de sus propios errores, por intermedio de la Ley de Causa y Efecto. Recordando que, con la vara que midas, serás medido.Y a nadie le gusta ser víctima de unos verdugos que, muchas veces, antes fueron víctimas. Por muchas existencias, aparentemente, andamos dando vueltas en círculos y, pareciendo que no hay progreso en nuestro caminar; pero sí que lo hay, porque por poco que hagamos, seguro que con empeño, esfuerzo y ayuda de otros que estén en la misma circunstancia, saldremos airosos de muchas pruebas y tentaciones. Recordemos siempre las palabras de Jesús, porque son consoladoras y auténticas.Artículo de: Isabel Porras González